lunes, 2 de marzo de 2009

Chango viejo no aprende maroma nueva

Ultimamente me ha dado por arreglar lo que no funciona, tirar lo que no sirve, regalar lo que no uso, limpiar lo sucio, sacudir el polvo, todo a manera de que la energía fluya y no vivir de nostalgias enfermizas; de esta manera han sido mas de dos ocasiones que me he quedado sin ropa.

Cuando se habla de humanos el asunto se vuelve mas complicado. Si tan sólo pudiéramos arreglar nuestros conflictos con meterlos a bañar, limarles las uñas, y talco en los pies; remendar sus ropas, zurcir bastillas, pegar botones; y así tener una relación perfecta.

Pero no es así. Solemos conservar gente a nuestro alrededor que nos hace daño digamos que la razón principal sería la soledad, el no achicar nuestros círculos sociales, sacrificar la diversión que nos puedan ofrecer aunque después nos patean, escupen y agarran nuestro corazón como trapo de cocina.
Muchas veces no lo hacemos porque "NOS CONVIENEN".

Compramos seguros de vida para estar protegidos el día en que tengamos un siniestro, de igual manera conservamos gente por si lo llego a necesitar y soportamos humillaciones, malos tratos, y esa falta de compromiso que implica la verdadera amistad( te quiero por lo que eres y no por lo que tienes).

Así pues me acabo de dar cuenta de que yo misma he comprado "seguros de vida". He jugado el juego de "me convienes" y por lo tanto eres mi inversión a largo plazo, no importa que sea un imbécil ahora mismo, según mis cuentas en algunos años todo se acomodará, cosa que es practicamente imposible, seguirá siendo un imbécil. Chango viejo no aprende maroma nueva.

Cansada de fantasear con personas que no existen, ni serán: hoy te saco una vez mas de mi vida. Ya no quiero que entres. Ya no hay espacios para ti por mas que me convengas. Que fluya la energía, que no se detenga.

1 comentario:

Señor Garza dijo...

dificil vida la de sobrellevar cuando tenemos "seguros de vida" que terminan costandonos mas por aquello del te quiero x lo que eres...., y sobre todo por aquello de "me convienes", pero mas cabron cuando se trata de olvidar fantasmas que se resisten a irse, que insisten en estar ahi presentes aunque ya no formen parte del activo...


saludos