domingo, 8 de marzo de 2009

Ya van dos ocasiones que me tocan peleas de cantina. Ayer asistí a un evento en cierto bar de mi ciudad y si de por si la noche era ya de lo mas raro con encuentros de personas del pasado, tenía que cerrar con broche de oro con golpes y botellas volando. Lo mas curioso es que es que mi amiga y yo nos encontrábamos a un lado donde empezó todo el alboroto, a mi sólo me pisaron y tiraron cerveza y los brazos de un ser angelical me rescataron de ser lastimada al tomarme como pudo y aventarme a la puerta de salida. A mi amiga si le fue peor: un golpe en la nariz causado por la neurosis general del momento, derrame de cerveza en la cara. Salimos gritando como dos locas, al parecer las únicas asustadas eramos ella y yo, los demás se reían y tomaban fotos. El pleito llegó a la calle y se involucraron terceras partes que no tenían vela en el entierro pero supongo bastante adrenalina y furia reprimida.

Siempre pasa que cuando pasa un siniestro y si lo vivimos de cerca nos sentimos especiales por haber estado en el momento, porque de alguna manera nos tocó vivir de lo que todo mundo esta hablando.

Ahora mismo estoy escuchando a mi madre hablar por teléfono con mi tía de la huasteca comentando de la balacera infernal que hubo en mi ciudad hace un mes; es cierto, fue muy cerca de mi casa mas no a dos cuadras como mi mamá se lo presumía a mi tía: "claro, por supuesto a nosotros nos tocó la balacera, fue aquí a dos cuadras".

Lo mismo pasa cuando te topas con gente que ha vivido temblores, huracanes: " por supuesto que estuve ahí, yo fui un bebé sobreviviente del temblor...", y si tu no viviste eso al menos conoces a alguien que sí y por supuesto: "vivía a tan sólo una cuadra el lugar de los hechos".

Creo que de alguna manera todos queremos ser protagonistas de algo, ya no digo ni de nuestras propias vidas que la verdad la mayoría del tiempo la vivimos como espectadores.

1 comentario:

Rosco Rosco Rosco dijo...

Jajaja ¿peleas de cantina en Aguas?? Nunca lo hubiera imaginado... aunque acá en Canberra también me tocó una. Hay nacos en todo el mundo, supongo.
Y morbosos, ni se diga...